Me transformó el gimnasio
Está bien visto remarcar la masculinidad a través de un cuerpo musculado, que consigo gastando horas y horas en el gimnasio. Para obtener aún más músculo, me lleno de anabolizantes, que irónicamente afectan a mi masculinidad, atrofiando los genitales.
Por otra lado, puedes nacer con un sexo que no se corresponde con el género que te atribuyeron al nacer, por ejemplo mujer, así que empiezas un largo proceso hasta llegar a tu identidad masculina, te musculas, hormonas….
¿Aceptamos ambos casos de igual manera?
La autoexigencia del patriarcado.