<

>

Menuda ironía que llegue a una clínica estética para operarme  y el cirujano  plástico  sea un espanto.

Me plantearía: Este médico opera fatal, veo el resultado en él, o quizá este doctor tiene una autoestima tan grande que no necesita cambios.

Ambos planteamientos me llevarían a toda una encrucijada y acabaría diciendo “¡Doctor, hágame una lobotomía que eso es lo que necesito!”.